Increíble que si dilucidamos la casualidad del tercermundismo de todas las excolonias españolas y nos preguntaramos por qué homenajear a Blas de Lezo, seguro llegamos a concluir que si el
almirante Eduard Vernon hubiera vencido
en Cartagena y la invasión inglesa hubiera sido una realidad, ahora estuviéramos
hablando inglés y seríamos una potencia tal vez como Canadá, USA, Sudáfrica,
Australia, Hong-Kong. Nadie, ni con un solo dedo de frente puede negar que toda tierra que tocó España
es ahora tercermundista, caso de Argentina,
Venezuela, Colombia, Méjico, etc; de hecho, ni con todo el oro raponeado a nuestros oborígenes no lograron hacer lo que son
hoy países como Reino Unido, Alemania, Francia etc. España fue, es y será
tercermundista siempre. Es un país de Europa cuya crisis económica lo mina cada día. Nos ha castigado mucho el hecho de habernos colonizado con exconvictos
degenerados sacados de mazmorras, aportándonos el sello candente del despropósito
malévolo que llevaron en la sangre nuestros ancestros: he aquí la actuación de
nuestros dirigentes y la ignorancia de nuestro pueblo, muy diferente a la verdadera civilidad de países avanzados palpado por el que ha viajado o estudiado. Y cuál era la fórmula de los puritanos ingleses que llegaron por primera vez a las costas de lo que es hoy Estados Unidos de América? O eran las bases forjadas del progresismo que llevaban estos colonizadores ingleses desde épocas de Enrique Octavo, inducidos por la separación de la Iglesia Catolica Romana en el gran sisma de occidente ? La realidad está hoy al alcance de todos solo viendo a España la propietaria otrora de casi todas las riquezas de un inmenso continente y que para nada sirvió.
Gracias a Dios soy un hombre de
valores, pero no oculto las inmensas ganas de mearme la estatua de ese cojo, mocho
y tuerto desgraciado, cuya valentía y coraje
es la causa de nuestra desgracia latina.
“Pero algún día me lo meo”.
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