martes, 29 de diciembre de 2009

CAPITALISMO PODER Y DEMOCRACIA EN AMERICA LATINA

Por. Arturo Muskus Villalba

Apoyaría cualquier sistema político menos el que cubre América latina, donde un grupo de privilegiados minorizados han tenido acceso a la actividad política, a los cargos de libre elección y discrecionales de gobernantes de turno, a la industria, a la tierra (para consolidarse en el poder en la propiedad) y en los medios de comunicación, mientras que una inmensa masa social ávida de una vida digna, se marrulla en la pobreza y casi en la miseria. Se utiliza el compadrazgo, el clientelismo, el nepotismo en plutocracia viva. En América latina la pobreza ha aumentado en estos últimos 10 años hasta el 60% y de este porcentaje la miseria el 50%, datos de CELAN. No obstante el acceso a las universidades de las clases más olvidadas y vulnerables es casi nulo. La empresa está en manos de un pequeño grupo que utiliza el oligopolio y la alianza estratégica para dominar al microempresario, que ni apoyo de la banca tiene. Además, si sale un gallo llamado "líder" la historia nos pronostica que será asesinado (Gaitán 1948, Galan,1989, Álvaro Gomez 1995, Jaime Pardo leal 1993, Pizarro 1997, etc). Se llaman oligarquía y son los dueños hasta de nuestras vidas, del futuro nuestro, del futuro de nuestros hijos, de la prensa escrita, de los canales de televisión y la radio y por ende de la opinión. Esta oligarquía compra el poder individual del sufragio consignado en la supuesta democracia (la conciencia de los pobres sumidos en el hambre y la precariedad) para volver llegar a ser un senador, representante y hasta presidente de la república, perfil donde seguirán pilando para sus intereses. El pueblo abstraído por la mala vida posee gran posibilidad de dejarse persuadir por los tentáculos criminales de la subversión: guerrilla, paramilitarismo, además narcotráfico y delincuencia común. Y cuando ese mismo pueblo queda inmerso en el crimen y proceden contra ellos, entonces se quejan sin control, en los medios de su propiedad y exigen justicia, no importándoles que esa misma falta de justicia fue precisamente la que moldeó y alineó a esas gentes nada privilegiadas en el delito. Eso es verdad absoluta en toda América latina, pero en Colombia esta acentuado por estar ubicado en un sitio estratégico para el narcotráfico y además de la mala leche de mucha gente con actitud de indiferencia a los ideales sociales, sino la de enriquecerse rápidamente y obtener buena vida y poder. Hugo Chávez frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, al menos ha querido contrarrestar esa situación con su revolución bolivariana, donde con los gobiernos de Jaime Luscinchi, Carlos Andres Perez y Rafael caldera, formaron la francachela más grande de la historia petrolera venezolana hacía los favores de esa oligarquía. Con semejante oposición forjada por el poder mediático e industrial le ha tocado demasiado duro, además de tambalear ante el embate del fantasma tétrico de la corrupción dentro del ámbito revolucionario. Si Chávez logra cambiar la brújula hacía latitudes del buen vivir de su pueblo en general, no solo cambiará las tradicionales costumbres políticas de la cuarta república, sino que queda latente el cambio general en toda América latina.