miércoles, 2 de noviembre de 2011

CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA? O SIMPLEMENTE LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

La Verdad de Arturo Muskus V
 La opinión sin compromisos desde una frontera segura para la verdad.

Personalmente aprecio el esfuerzo de muchos militares colombianos en su desenvolvimiento y compromiso por la paz de Colombia; no se puede homologar una actitud criminal de pocos ante un crimen tan bárbaro, como el de fusilar un joven inocente para reclamar un premio y mantener alegre al presidente de la república y sus alineados, que piden sangre a cualquier precio.  Si las manifiestas acciones criminales y bárbaras de las fuerzas Armadas Colombianas pudieran ser consideradas actos de terrorismo, terroristas también tendrían que ser, aunque los componentes del régimen civil colombiano se ufanen en promulgar que su país está entre las democracias más sanas y estables del continente americano.



Si pudiéramos llamar terrorismo de estado a los falsos positivos de las fuerzas Militares, así mismo, las desapariciones forzadas a la población civil; el otrora maridaje total del ejército Colombiano con la máquina más asesina de Colombia a través de su historia: las AUC; El ataque a la población civil en estado de indefensión; sería difícil que cualquier colombiano pudiera negar persistentemente estas afirmaciones tan evidentes, por mucha derecha ideológica atosigada en su haber. La justica colombiana ya las ha tomado como particulares casos juzgados que reposan seguros en los archivos judiciales, a la luz del periodismo serio y reflexivo, además de independiente (no matriculando a los potentados mediáticos que negocian la noticia al gobernante de turno). Entonces sólo queda por afirmar que nos encontramos en medio de un conflicto sociopolítico de dos partes extrapolarizadas, ahogadas en sangre con semejantes actos de barbarie, ampliamente mostradas en la faz del mundo, donde la humilde población civil casi siempre asentada en la zona del conflicto pasa a ser sus víctimas indefensas, a vulnerabilidad total y con la única alternativa de abandonar su tierra ancestral para salvar su vida, como desplazados por la violencia, para aumentar los cinturones de miseria, mendicación, prostitución y hampa ciudadana.



El paralelismo en la barbarie de las Fuerzas Armadas del Estado Colombiano ha legitimado un poco la actividad de las FARC y ELN como partes de un conflicto, por su actividad criminal comprobada contra la población civil. Este adefesio constitucional del estado colombiano fue preavisado y denunciado desde finales del siglo pasado por las ONG nacionales e internacionales, especialmente por las organizaciones de derechos humanos, que en foros internos y en el extranjero han fustigado e impugnado al gobierno de Colombia en cabeza de presidentes como Cesar Gaviria Trujillo, Ernesto Samper Pizano, Andrés Pastrana Arango y al que más: Álvaro Uribe Vélez; a tal punto, que se dieron el lujo de vetar nombramientos e inclusive protestaron aireadamente a pie de cámaras, por simples visitas diplomáticas, entre otras y últimamente, cuando el Dr. Álvaro Uribe Vélez ha ingresado a países americanos y de la CEE en visitas diplomáticas, culturales y propagandísticos de su ideario belicista. Así mismo es de recordar, entre muchos casos, el rechazo del gobierno Alemán ante la cancillería colombiana, ante el nombramiento al cuerpo consular en Hamburgo, del nombrado Alfonso Plazas Vega, célebre Coronel que intervino en la masacre del Palacio de Justicia tomado por el M19, polémicamente condenado por desaparición forzada, ante el grado de polarización que cunde en el país; en esa tétrica escena de fuego, metrallas y llanto, inolvidable para todos los colombianos.



Si reconocemos que Las fuerzas militares han seguido los malos hados de la subversión en la barbarie con la apreciación: “los genocidios han sido de parte y parte”, entonces deberíamos aceptar de una vez por todas que estamos ante un conflicto armado de extremas proporciones. Por el otro lado, si impugnáramos la actividad de la subversión como narcotraficantes, también deberíamos impugnarnos 30 años de narcodemocracia, donde se presionó al estado a ejercer su función constitucional secuestrada por la coacción determinante y tentadora del cultivo, el proceso y el tráfico de los narcóticos ilegales. Porque ningún estamento institucional del país se salvó de la narcosis generada por los tentáculos de semejante máquina generadora de poder, portadora de suculencia económica y de la violencia inolvidable que marcó el alma de todos los colombianos. Estas apreciaciones deben ser parte del debate de todos los pacifistas sensatos de Colombia, casi todos provenientes de una generación que vivió de frente la violencia y que patriota e insoslayablemente desean la paz en todas las regiones de la patria. No obstante hay quienes creen que la solución debe ser bélica, aunque saben claramente que 50 años invirtiendo en la guerra, no han sido suficientes para la eliminación de la subversión, inclusive con la ayuda armamentística, logística y diplomática internacional.



Reconoceremos como aceptable la estrategia del presidente Juan Manuel Santos de consolidar la amistad con países vecinos, inclusive, donde se han mantenido al margen de las circunstancias del orden público colombiano, legitimando así de una forma, tal vez soterrada el accionar de la subversión. Países como Ecuador, Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela y muchos más, han afirmado que en Colombia existe un conflicto armado que data desde los años 50 del siglo pasado y que su opinión sobre las FARC es reservada, particular y ajena a presiones internacionales, mientras sus militantes no irrespeten su soberanía y no intervengan las libertades y los derechos de su población civil.



Entonces… debe ser aceptable la estrategia del presidente Juan Manuel Santos al propulsar y propugnar para el uso de la palabra “conflicto” dentro del marco legal de la LEY DE VÍCTIMAS, último logro del cuerpo legislativo colombiano a favor de las víctimas de la subversión, del paramilitarismo y de las mismas fuerzas armadas. Ni siquiera lo pudo persuadir para la omisión de este término, la presión ejercida a toda impugnación de su antecesor Álvaro Uribe Vélez y sus leales servidores, y que seguramente será usado por nosotros: los pacifistas de Colombia, para forzar al gobierno y a la subversión a un diálogo de paz con cese al fuego inmediato, con bases de seriedad, equidad y garantías a todas las partes; y por la defensoría de los imputados por rebelión, que actualmente atiborran las cárceles del país.



Ni el ímpetu belicista de Álvaro Uribe Vélez pudo exterminar las FARC y el ELN; aunque es innegable que las golpeó inmisericordemente en su espinazo, dando de baja militantes de su secretariado, y así mismo, promulgando el terrorismo de esta agrupación en todos los confines del mundo, con el gasto inconmensurable que nos alejaba el sueño de una mejor educación a la niñez, a buenos servicios de salud, es decir, más cobertura institucional en aquellos lugares donde precisamente se suscitó la violencia a su ausencia total. Hay que comenzar a pensar en cambiar el marco legal de muchas de las reglas de juego en las políticas colombianas aplicables a esta dura guerra, que no termina, y sofocar un poco los odios suscitados: requerimiento básico para el logro de una paz consolidada, que nos garantice un país mejor, donde podamos caber sin distingo político, de razas, de credos, de tenencias logradas con esfuerzo, todos los nacionales.

Por: Arturo Muskus Villalba

domingo, 30 de octubre de 2011

MÁS ESTRATEGIA Y MENOS PURITANISMO HIPOCRITA. “SÍ A LA DESPENALIZACIÓN DEL NARCOTRAFICO”.

La Verdad de Arturo Muskus V
 La opinión sin compromisos desde una frontera segura para la verdad.

 Por: Arturo Muskus Villalba 

Seguramente que su marido la corrió a Cachetadas en la habitación  conyugal del palacio de Nariño  esa noche, después que doña LINA MORENO DE URIBE dijera a los medios, que había que hacer el debate de la legalización de la droga. La verdad admiro a esa mujer, que con la templanza casi barbará y locuaz de su marido, Álvaro Uribe Vélez y su  ímpetu  ilimitado, ha sido siempre sumisa y sosegada, pero exacta en expresión cuando hablaba tímidamente, como que si cayera sobre ella la opresión machista y todopoderosa del emperador al contravenirle en su ideario.   

Llevamos toda una vida en una lucha pírrica, donde todo demuestra que los países  consumidores son los que menos apoyan esta causa. La doble moral es el pan de cada día. Mientras ponemos los muertos en América latina, en  Europa se consume la droga libremente.  Váyanse a Ámsterdam, a  Helmont en  Holanda, a Burdeos en Francia, a Barcelona en España, para que noten la libertad y la permisividad tan evidente en el consumo de crash, opio, mariguana, cocaína, heroína, LSA y LSD, roinol,  éxtasis y  barbitúricos en general,  y nosotros  de “Guevones sin dignidad “(perdóneme la vulgaridad) poniendo los muertos.  “Ni TLC nos han permitido los gringos”  Invirtamos esa millonada disponible y poco productiva en hacer un programa mundial de rehabilitación del drogadicto y de prevención al consumo de la droga desde la niñez. 

No le hagamos caso a los puritanos que  no quieren la despenalización, pero subrepticiamente cometen delitos contra la sociedad organizada peores que el mismo narcotráfico, como explotar masas sociales, desviar a la justicia ante atentados humanos  y genocidios; apoderarse de los medios para constreñir al desprevenido parroquiano para que  pueda odiar sin control a todo lo que atente contra ellos, poseer inmensas empresas electoreras para consolidarse en el poder de gobernar o legislar para sus intereses.  Utilizar el rio revuelto de la guerra para acribillar salvajemente, desplazar, expropiar a modo propio, apoyar fuerzas ilegales  criminales. !FARISEOS HIPOCRITAS… TUMBAS BLANQUEADAS..¡  Dijo un hombre hace más de 2000 años.    

 “SÍ A LA LEGALIZACIÓN DE LA DROGA, NO MAS ESTRATEGIAS COSTOSAS E IMPRODUCTIVAS”. 

Arturo Muskus Villalba
twitter: @ArturoMuskusV

POR QUÉ SERÁ QUE EN COLOMBIA LOS CANDIDATOS DE LA BURGUESÍA SIEMPRE SON LOS MEJORES.

La verdad de Arturo Muskus V.
"La opinión sin compromisos desde una frontera segura para la verdad".
Por: Arturo MuskusVillalba 

Será porque ya tienen experiencia en la política y en la faena técnica de manipular al pueblo, además por tener garantizado el millonario recurso de inversión para hacerse elegir.

Será Porque tienen el recurso para ofrecer al ignorante con hambre $50.000 y una botella de ron por su voto en cada elección cuyo interés le competa.

Será porque el pobre se come el cuento del gallo capón que por causa de la consolidación de la democracia debe resistirse al incumplimiento de sus derechos.

Será porque la oligarquía conserva sus ideas tradicionales católicas discriminantes farisaicas y vestidas de azul.

Será porque son los únicos que masivamente tienen la universidad asegurada y los triunfos consecuentes. 

Será porque van al club El Nogal a tertuliar de política y pactar con un serrucho la suerte mía y de mis hijos, bebiendo whisky sello negro en vasos de murano. 

Será porque el pobre no tiene tiempo de instruirse un poco sobre sus conveniencias políticas por estar desesperadamente logrando el costo del desayuno de mañana para su familia.

Será porque la burguesía es fiel a sus preceptos de lealtad entre sus alineados.

Será porque el pensamiento pequeño burgués de estar en la rosca política a cualquier precio  es cumplido a la perfección.

Será porque el pobre en Colombia es un triste bruto e irresponsable incapaz de laurear al beneficioso y repudiar al corrupto.

Será que por la mísera actitud servil y pasiva del pobre en Colombia merecemos otros 50 años de guerra, con una FARC golpeada pero imbatible; unos falsos positivos evidentes y claros, de proporciones genocidas inconmensurables, hecho de unas FFMM inmersas en el terrorismo de estado; de niños mutilados por minas quiebrapatas; de millones de desplazados ubicados en las grandes ciudades dedicados casi siempre a la mendicación, prostitución y delincuencia. 

Será por todo esto que los burgueses seguirán privilegiados en Colombia y los pobres rezagados y engañados por sus gobernantes de cunas nobles? Cuanto tiempo pasará para que los olvidados exijan sus derechos?

Cuándo tendremos un presidente de Color como lo es Obama  en Estados Unidos; cuándo tendremos un sindicalista como Lula da Silva en el Brasil: del pueblo humilde pero superado con esfuerzo y dedicación (el último fue Marco Fidel Suarez en 1918); cuándo tendremos un presidente que no tenga títulos en el extranjero de Harvard o Yale; que hable claro y sin palabrería rebuscada que el pueblo raso casi nunca entiende sino los de la cúspide en vida placentera; que no posea inmensa fortuna con la tierra, la industria y los medios de comunicación.  ¿Cuándo?  ¿Cuándo? 

Piénselo y reflexione si tengo razón. twitter @mibelloexilio