Por : ARTURO MUSKUS VILLALBA
Desde Mi Exilio.
Este servidor, Arturo Muskus Villalba, jamás podría pensar que al pedirle alguien que me pase un vaso para beber un poco de refresco, esa persona podría tomar un bisturí, rajarse su vientre y extraerse su bazo para hacerme ese favor. Hay personas que son conservadoras en tradiciones y creencias dogmaticas, (personal decrépito de altas longevidades casi siempre) que defienden estas inutilidades porque fueron víctimas de educaciones estrictas y casi traumáticas ya obsoletas y pueden considerar esta teoría un monumento a lo absurdo y a la incoherencia.
El uso de las letras V y B, que obedecen a posiciones graduales de la lengua sobre los labios y que nadie pronuncia al rigor del castellano; S y C; de la Z, y de la H, que por cierto es muda, ociosa e inútil, es uno de los usos más inservibles del castellano en América. El uso de la C y la S es otra de las nimiedades que se debería acabar, porque fonéticamente suenan iguales en algunas circunstancias de nuestro léxico. Deberíamos simplificar tanta gramática inútil, para hacerla más accesible en los pueblos, y dedicar esas labores de aprendizaje obsoleto a aspectos técnicos importantes que demanda la vida moderna. Esta gramática complicada y llena de recovecos no obedece a tópicos generadores de un buen entendimiento, sino al desenvolvimiento caprichoso, libre e independiente de la lengua en la península ibérica a través de su historia, y que nada tiene que ver con la mejor comunicación de todos los pueblos americanos. Es importante universalizar el castellano, haciéndolo fácil a traducciones de otras lenguas y a la moderna comunicación de la tecnología como las computadoras, el black berry, iphone, etc, en que se requieren fluidez y rapidez de respuestas.
No comprendo por qué se le rinde un tributo a la excolonia con tan inservible cuestión, porque sólo para ello sirve tanto recodo en nuestra lengua, como si por servilismo, pusilanimidad y pobreza de razón agradeciéramos a España nuestro tercermundismo evidente, la colonización genocida y con sólo el ánimo de mantener una guerra con Inglaterra que marítimamente siempre perdió y que actualmente no es potencia ni con todo el rasponazo de la colonización de América, donde el oro y las piedras preciosas fueron lo único que estimuló semejante cruzada, para colonizarnos con exconvictos (simples delincuentes) que negociaban su libertad con la corona con la contraprestación de viajar a las nuevas tierras inexploradas.
Solo basta observar las colonias inglesas como USA, Canadá, Australia, Sudáfrica y más, para tratar de regresar la historia y darle una nueva oportunidad al almirante Eduard Vernon en 1741 en la fallida toma de Cartagena, en cuyo ejemplo de triunfo seguramente no fuéramos tercermundistas, ni lleváramos el desorden social en los países latinoamericanos, ni fuéramos serviles con potencias imperialistas, ni con personas que sólo llevan un abolengo de la “madre” España, (véase madre entre comillas) pero sin la avidez y la iniciativa altruista de lograr cambiar la historia.
Por: ARTURO MUSKUS VILLALBA
