El alcalde Petro, ahora es víctima
del ataque artero de ALEJANDRO ORDOÑES MALDONADO Procurador General de la República: un hombre de talante ultraderechista, que representa el
fariseísmo en los quehaceres del
catolicismo, dizque para lograr la salvación. De esos que golpean al pecador con la porra de
la fe diciéndole a Dios que ellos sí cumplen
su mandato divino agradeciéndole por su comportamiento en la tierra, pero la
realidad es que sólo se cortejan y consienten su pecado de emborracharse y amancebarse
con la injusticia.
LA DERECHA COLOMBIANA ANQUILOSADA
AHORA DESDE LA PROCURADURIA GENERAL DE LA REPUBLICA ATACA A LIDERES DE
IZQUIERDA EN USO DE DERECHOS DEMOCRATICOS.
La derecha colombiana, como uno
de las más unidas y fuertes de América Latina; con inconmensurable capacidad subrepticia de
hacer daño a quien atente contra el sistema político colombiano, el mismo que
les proporciona un dominio seguro para
aprovechar las falencias del mal llamado estado de derecho en Colombia, ha
atacado a un líder que desde abajo viene ascendiendo imparable en medio de
talanqueras sistemáticas, en los eslabones de la política colombiana.
Gustavo Petro Urrego, natural de ciénaga de Oro Córdoba,
excombatiente del movimiento subversivo revolucionario 19 de abril, economista de profesión y actual Alcalde
Mayor de Bogotá, es la víctima de hoy de esa caterva de colombianos
privilegiados. Es casi una logia criminal de actividad soterrada y
exclusiva, de exponentes unidos sólo por la convicción de acabar utilizando acciones
antidemocráticas a cualquier vestigio o hilillo que signifiquen políticas
izquierdistas, que hoy han florecido en América Latina. Pero quienes son los
componentes? Álvaro Uribe Vélez, es su máximo líder y promotor: el más perseguidor de cualquier ideario revolucionario;
el que fue capaz de convertir al DAS en el organismo más seguro, eficaz y
rastreador de células de izquierda que medran en esta democracia que la derecha
ha fabricado a su manera (ciudadanos de
pensamientos anti neoliberal). Su filosofía y razón de ser, es practicar la política del odio, de la jamás
reconciliación entre los colombianos, descubriendo y rechazando cualquier líder
de izquierda que pueda cambiar el sistema actual que proporciona ventajas hacía
ellos y por su puesto a todas las personas privilegiadas en Colombia. Ven el fantasma de Hugo Chávez Frías en cualquier
parte de Colombia y detrás de cualquier personaje que trate de cambiar las reglas
del juego que han impuesto en medio de la ingenuidad, pasividad y hasta
ignorancia del pueblo raso. Actualmente
optan por oponerse sólidamente a los
esfuerzos del presidente de Colombia
Juan Manuel Santos para lograr esa paz anhelada por los colombianos de bien. Arguyen paz con justicia, cuando son precisamente los que han
promocionando y financiando el siniestro paramilitarismo con la creación de las
AUC: organización criminal de más honda actividad genocida jamás comparada en
las páginas de la violencia colombiana. Este grupo de fríos personajes de gran
vivir son los dueños del capital en Colombia: del sector industrial y agropecuario:
casi siempre, señores del despojo para llegar a ser inmensos terratenientes;
señores de la estrategia certera para monopolizar mercados apropiándose de
aquel que fue tan osado de competirles con desventajas evidentes; señores de
grueso perfil diestros y adentrados en
el mundo del negocio y la política; los hay en facetas de militares en retiro:
casi siempre poseedores de una inmensa fortuna; señores de la experiencia política, cuya vida laboral ha trasegado todos los
puestos de libre elección a través del clientelismo y el compadrazgo en el mundo
político de la patria, mientras el pueblo raso yace en la maraña de la ignorancia resignado a su
desgracia, ávido de vivir aprovechando las miserias que de arriba le caen.
El alcalde Petro, ahora es víctima
del ataque artero de un hombre de talante ultraderechista, que representa el
fariseísmo en los quehaceres del
catolicismo, dizque para lograr la salvación. De esos que golpean al pecador con la porra de
la fe diciéndole a Dios que ellos sí cumplen
su mandato divino agradeciéndole por su comportamiento en la tierra, pero la
realidad es que sólo se cortejan y consienten el pecado de emborracharse y amancebarse
con la injusticia.
Dilucidando un poco estar
circunstancias que atraviesa la patria, es fácil concluir que si llegase a neutralizar
Gustavo Petro las intenciones del procurador Ordoñez, sería el golpe más
certero que recibiría esta siniestra derecha mencionada, pues su apoyo masivo
para que se quede el alcalde de Bogotá es de proporciones inconmensurables, en Bogotá
y en cualquier parte de Colombia, por lo que sería fácil concluir que automáticamente
está presidenciable. Llegando o no, Gustavo Petro a la máxima jefatura en
Colombia, sólo quedaría esta actuación del procurador Ordoñes como el propio “tiro por la culata”, y seguro que esa
misma derecha donde el actúa se lo restregará en la cara, como estropajo en
piel reseca, por sécula seculórum, pues con tanto poder que se le concedió a la
procuraduría en Colombia, no hay duda que sería un gran galardón otorgado a
aquel que fue capaz de vencerla. He aquí la causa por la cual las próximas sentencias del consejo de estado y de la corte Interamericana de Derechos Humanos son de tanta relevancia para el futuro de la política
colombiana, en la triste intención de acallar a todo aquel que intente
cambiarla en sus exclusivas y desiguales particularidades actuales.
Por ARTURO MUSKUS V