domingo, 1 de diciembre de 2013

1° de Diciembre de 2013 y Oscar Iván Zuluaga, candidato del uribismo, sigue indiferente a los uribistas y muy rechazado por los detractores de Alvaro Uribe Velez..




La verdad de Arturo Muskus V 


 Será que Alvaro Uribe Velez, seguido por su talante autoritario en su partido URIBE CENTRO DEMOCRATICO y analizando su gran metida de pata ante el fracaso  frustrante de su más ferviente y leal  escudero, Oscar Iván Zuluaga,  lo reemplaza postulando con el señalamiento de su temido dedo índice derecho a Enrique Peñaloza? ... es muy capaz; el Dr Uribe nos tiene acostumbrados a estos cambios de frente, inesperados e inconsultos. 

La división interna creada por la persuasión de Álvaro Uribe para sacar de un  taquito a Francisco Santos, en la pantomima de la consulta interna, causó  desazón  en el interior del partido, exteriorizado por el pachismo. El candidato más votado, más ventajoso según las encuestas y seguro ganador, fue derrotado por el egocentrismo y autoridad determinante del jefe máximo del uribismo. De lo que estoy seguro es que a Pacho Santos, Alvaro Uribe no lo revive políticamente nunca más con el aval de su partido; y ahora dilucido, que la decisión de Zuluaga de excluir de la lista de aspirantes al congreso con el aval del partido a José Obdulio Gaviria, no fue  de su ideario, sino la coacción y el mandato concluyente de Álvaro Uribe Vélez. 

Pasa el tiempo y la campaña de Zuluaga no reacciona; y lo que es peor, doblada por las encuestas ante el presidente Juan Manuel Santos, el más encarnizado enemigo de Álvaro Uribe. Que pasará?  no sabemos; no soy adivino, pero lo que sí aseguro es que será la última derrota del uribismo, una vez fue derrotado para la alcaldía de Bogotá, cuando Gustavo Petro venció a su gran aliado, de otro partido político por cierto, del Partido Verde, Enrique Peñalosa. 

Pero lo más triste y que está en las posibles decisiones inconsultas propias del absolutismo de  Uribe Vélez, es que el desmonte de la campaña de Zuluaga postulando a Peñalosa desanimará y hará protestar entre bambalinas a cabecillas políticas, que se sentirán desplazados por gente de otra casa política: es decir, se abandona un ferviente y leal seguidor para poner en la silla del mando a un foráneo en cuestiones de alineamientos y militancia política, que no ha sufrido el embate de la detracción antiuribista. La verdad no quisiera estar en el cuero de Álvaro Uribe, que después de 8 años de mandato a euforia victoriosa total de su entorno, es muy posible que ahora toque el barro sucio de la derrota, ante tantos errores producto de su cansancio y desgaste. El rechazo que le traerá de desmonte a campaña de Zuluaga le bajará su credibilidad,  mucha perdida de seguidores e ínfulas de creer en la línea de los aliados del Presidente Juan Manuel Santos, que son golpes contundentes asestados por ellos.  

Escrito por Arturo Muskus V.