domingo, 6 de marzo de 2011

COLOMBIA NOS EDUCÓ PARA TOMAR CERVEZA AGUILA “SIN IGUAL Y SIEMPRE IGUAL”. Y AHORA VIENEN A RECRIMINAR NUESTRA IRRESPONSABILIDAD SOCIAL


...  ! Y eso precisamente es lo que hacemos ¡

 Por: Arturo Muskus Villalba


Escribo este comentario tocado por mi casi imparable dilucidar, cuando en la entrada de un establecimiento comercial observé una mujer de prolongado vivir recriminar de su entorno humano, al exaltar su precariedad de vida cada vez más opresiva, mientras las cantinas estaban llenas de irresponsables, haraganes y delincuentes.
Qué nos vienen a recriminar nuestra brutalidad de vida, nuestra avenencia con la pobreza física, cultural y moral, nuestra holgazanería, si nos educaron para ello. La salud y la educación de nuestros hijos dependían del licor que ingiriéramos, de nuestra aventura o nuestra siniestra experiencia en el viaje con el efecto psicotrópico de la borrachera.
Qué vienen los privilegiados de Colombia, los de conducta impecable y recta a recriminar nuestra ignorancia de vida, nuestro desorden social, nuestra afinidad con el delito, nuestro alto consumo de licor entre más infortunados económicamente somos, si fue precisamente con nuestra ebriedad que este capitalismo abominable hizo grandes capitales, forjados por habilidosos industriales, laureados públicamente por los gobiernos de turno, con las apetecibles espumosas y burbujeantes sensaciones del éxtasis del triunfo. Es nuestra ebriedad la estrategia más funcional de los privilegiados de Colombia para ejercer la democracia, aderezándonos también con los treinta mil lukas por nuestro voto, asegurando su permanencia en los cubículos de la política en su inflexible proceder.
Desde niño siempre he escuchado “TOME AGUILA SIN IGUAL Y SIEMPRE IGUAL “, en todos los medios de comunicación, casi tortuosamente esa repetición de nunca parar, durante el recorrido de mi diario trasegar y muy pocas veces mensajes de alusión al recogimiento en la familia, a la responsabilidad social, a la solidaridad y cooperación con nuestro entorno social, al respeto social, a la superación personal. En las tiendas de víveres, los supermercados, los talleres, en la calles siempre lo más observable son los afiches de bellas damas exponiendo sus delineantes cuerpos pero con mirada de apariencia perversa, díscola y vacía tocando al desprevenido habitante citadino al vicio y la insensatez.
Muy tarde llegó a Colombia la limitación horaria para publicitar el consumo de bebidas alcohólicas en la televisión, luego de que la Corte Constitucional declarara como cosa juzgada la divulgación al consumo de bebidas alcohólicas que permite a los medios de comunicación nacionales emitir contenidos de esa naturaleza, pero que deja en el resorte de la Comisión Nacional de televisión el reglamento para su efecto. Muy tarde seguimos políticas de protección de los buenos hábitos de vida de algunos países europeos que como paliativo ante los estragos sociales del licor, limitaron y/o prohibieron rotundamente la publicidad en los medios de comunicación de lo que representa la causa más severa de la incultura social, la accidentalidad, la destrucción de la familia y la ruina moral y física del ser humano. Acaso es una falsedad aducir que en la radio de FM de cada diez pautas publicitarias, cinco son de frías van y frías vienen. Acaso es una falsedad la evidente paradoja del estado colombiano cuando el vicio del licor y el cigarrillo patrocinan el deporte en Colombia y todo lo absuelven con el sinismo comercial de:
"EL EXCESO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD"

Con qué descaro vienen a criticar nuestra actitud irresponsable e insensata, porque en los barrios más subnormales es donde más consumimos licor, donde predominan las ruidosas cantinas de olores rancios de meados, que generan los precarios retretes, con la música estrambótica y de arrabal que conlleva con la mala vida y que induce al delito. Acaso no reconocen que es lo único que nos promulgaron los medios de comunicación del capitalismo salvaje de la patria. Mientras tanto los mensajes alusivos al recogimiento y al respeto familiar, a la superación personal y al seguimiento de normas éticas de un buen ciudadano brillaron por su ausencia.
Qué vienen a tacharnos de irresponsables los privilegiados de Colombia, si nunca dijeron nada.
Qué vienen a tacharnos de haraganes los de vida intachable.
Qué vienen a decirnos holgazanes, si a tomar águila, "sin igual y siempre igual" fue lo único que nos enseñaron y no dijeron nada.
“RON BLANCO Y NI GUAYABITO ME DA”
PUEBLO…. HA LLEGADO LA HORA DE TOMAR CONCIENCIA
!HA LLEGADO LA HORA DE TOMAR RON BLANCO!.
“Nuestra formación ha sido promulgarnos el consumo del licor para financiar la salud y la educación de nuestros hijos, mientras se enriquecía un gremio de inversionistas: en el bus, en el hogar, en el trabajo, en el partido de futbol y en cualquier parte”.
Por: Arturo Muskus Villalba